Según el estudio de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética en 2018, en España se realizan casi 400.000 intervenciones de Cirugía Estética al año. El 83,4% se practican a mujeres y el 16,6%, a hombres, quienes cada vez son más.
“Ha bajado el número de pacientes mayores de 60 años, mientras que hemos registrado un aumento de pacientes más jóvenes”. Esto es lo que destaca la doctora y Vicepresidente de Cirugía Estética de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE).
Según los últimos datos de la encuesta cuatrianual que realiza SECPRE, en el año 2018 se practicaron cerca de 400.000 intervenciones de cirugía plástica y estética, entre las cuales el aumento de pecho y las liposucciones fueron las más demandadas. Sin embargo, la reducción de mamas es una de las intervenciones que más ha crecido respecto a los datos anteriores.
Sin embargo, los médicos especialistas han detectado un aumento de pacientes desde el inicio de la pandemia en el año 2020. Precisamente, las operaciones de estética que más han crecido son aquellas relacionadas con la mirada, ya que con el uso de la mascarilla ha ganado un gran peso. También las relacionadas con los párpados caídos, la corrección de las bolsas en los ojos y las rinoplastias para mejorar la forma de la nariz.
Influencia de los filtros de las redes sociales
Una de las grandes influencias por las que muchos pacientes acuden a las clínicas de estética es por la imagen y los filtros de las redes sociales. Instagram y Tik Tok son las redes sociales donde se marcan los cánones de belleza actuales, todo ello bajo los filtros digitales de las propias plataformas. Esto ha provocado un aumento de las intervenciones estéticas para alcanzar la imagen que proyectan los filtros o que los influencers publican en sus redes y que, en muchas ocasiones, no son reales, lo cual provoca un trastorno de la percepción de la propia imagen física.
Ojos rasgados, narices finas, pómulos elevados y carrillos hundidos son algunas de las operaciones más demandadas siguiendo los resultados de los filtros de las redes. Ante esta situaciones, los profesionales acreditados tienen que asegurarse de que sus pacientes tengan la madurez necesaria para que comprendan los riesgos y dispongan de toda la información, teniendo que decir “no” si fuera necesario.
Cirugía estética y Cirugía Reparadora
En este punto, se llega a la pregunta de cuál es la necesidad de someterse a una operación de cirugía estética. Por un lado, estas intervenciones suponen la solución a un problema o complejo, lo cual repercute positivamente en la salud mental del paciente.
Por otro lado, se puede hablar de la cirugía reparadora, la cual es necesaria en determinadas situaciones. En este caso, se trata de corregir defectos provocados por lesiones, accidentes u operaciones médicas como puede ser una mastectomía, cirugía por la que se extirpa un seno o ambos senos para prevenir o tratar el cáncer de mama.
Mujeres y cada vez más hombres
El perfil de los interesados en cirugías estéticas también ha cambiado en los últimos años. Cada vez hay más hombres atraídos por estas prácticas médicas. Mientras que antes se tenía como algo exclusivo de mujeres, lo cierto es que la proporción está cambiando pues el porcentaje de hombres creció cerca de cuatro puntos porcentuales hasta alcanzar casi un 17% de pacientes masculinos.
Las operaciones más habituales en hombres suelen ser la ginecomastia, es decir, la reducción del tejido de las glándulas mamarias, la liposucción, la cirugía de párpados (blefaroplastia) y la rinoplastia.
Fuente: Cadenaser
